Cómo fue mi tratamiento con INDIBA

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Ya sabemos que después de los 30 cambian muchas cosas en nuestro cuerpo.

Quizás el hito más importante, o por lo menos, que nos marca más, es la proximidad a la menopausia. Uno de los cambios es la reducción del colágeno que producimos.

Nos dicen, por activa y por pasiva, que el colágeno ayuda a mantener la piel joven, con menos arrugas, con menos papada y no se cuantas cosas más.

Hacemos caso, empezamos a cuidarnos con mucho interés, aunque no lo hacemos bien, puesto que no tenemos la formación suficiente para conseguirlo. La publicidad y la vendedora de la tienda no son las mejores fuentes para un buen trabajo.

Una de las cosas que veo en mucha mujeres que delatan su edad son las manos y cuellos arrugados. Son las zonas que con frecuencia se olvidan o no, pero que no se tratan con las soluciones adecuadas.

Siendo consciente de lo que os cuento, ¿qué podría hacer?

¿Qué es lo que quiero hacer? ¿Qué necesito?

Cuando me hice estas preguntas no encontré respuesta, la verdad que estaba perdida, ¿Cómo hacer bien lo que desconozco?.

¿A ti no te pasa que no ves lo que tienes delante porque siempre ha estado ahí? A mí sí.

Existe mucha información sobre tratamientos para la cara, lo que me resultó más difícil fue elegir, no sabía como hacer, todos ofrecen los mejor de lo mejor, pero sabemos que unos son mejor que otros,

¿Qué Podría hacer?, ¿Decidir por precio?, ¿Por promesas de resultados? así que pensé: ¿como podría saber que piensan las miles de mujeres que han tenido experiencias en estos tratamientos?.

Tras una búsqueda frustrante por Internet una cosa tenía clara: Cualquier tratamiento que no decía que hay que hacérselo de por vida no era fiable, ¿Quién puede creerse que un tratamiento dure para siempre?

Por qué elegí la radiofrecuencia Indiba

Había decidido que quería hacerme un tratamiento que no fuera muy caro, de forma permanente, que fuera fácil de encontrar en muchas clínicas y además compatible con otros tratamientos.

Para mí era importante que tratase la flacidez, arrugas, bolsas de los ojos, papada, cuello, no quería resultar como esas mujeres que al paso de los años tienen un rostro de 50 y un cuello y escote de 80.

Es un tratamiento que incrementa la capacidad que tiene nuestro propio organismo de generar colágeno y elastina, con lo que se produce una mejora en la elasticidad, hidratación, suavidad y regeneración de la piel de cara, cuello y escote.

Cómo fue mi tratamiento con INDIBA en Eternal Beauty Clinic

En primer lugar me hicieron un historial muy completo sobre mí, mis enfermedades, tratamientos recibidos y hábitos de alimentación.

Incidieron mucho en saber que es lo que estaba buscando y qué es lo que me haría sentirme mejor, así me propusieron la solución que acepté encantada.

Para iniciar el tratamiento me hicieron una preparación previa de la piel con un peeling.
Me explicaron con detalle como era el tratamiento porque lo desconocía totalmente.
Me limpiaron en profundidad la piel.
Y a continuación me tomaron fotografías para controlar los resultados.

No duele nada, no hace falta poner anestesia, cuando veas que la temperatura sube en exceso nos los indicas – me avisaron en la clínica.

Me hicieron unas pequeñas divisiones en la cara con un lápiz y me aplicaron la crema conductora de la radiofrecuencia INDIBA ®.

El contacto del manípulo combinado con las manos resultaba agradable, se soportaba bien la sensación de calor y tal como me aplicaban el tratamiento recibía la explicación de lo que sucedía: