Cuando hablamos de tratamiento antiarrugas para usos médicos nos referimos a un producto que funciona paralizando de manera temporal los músculos. Recibe su nombre de la marca que la comercializó inicialmente y aunque habitualmente se asocia a la cirugía estética lo cierto es que tiene múltiples aplicaciones que ayudan a mejorar la salud y el bienestar de quien se pone en sus manos.
Es justamente esa capacidad para paralizar los músculos lo que hace que sea muy utilizada en el tratamiento de enfermedades como por ejemplo:
1. Migrañas:
Actualmente más de 3,5 millones de personas sufren migraña en España según la Sociedad Española de Neurología (SEN) donde el 83% no utilizan una medicación adecuada para tratar la dolencia. Ya fue en la década de los 80 cuando el tratamiento antiarrugas comenzó a utilizarse en medicina principalmente para tratar distonías o contracciones musculares involuntarias, observando que aquellos que además padecían migrañas empezaban a mejorar significativamente con un descenso de sus dolores de cabeza y por ello empezó a indicarse para estos problemas concretamente. El funcionamiento del tratamiento consiste en aplicar esta sustancia en unos 12 – 30 puntos pericraneales alrededor de toda la cabeza y de forma superficial. Este procedimiento se realiza cada tres meses aproximadamente ya que es la duración del efecto del tratamiento antiarrugas . Desde 2013 la Seguridad Social financia este tipo de tratamientos.
2. Hiperhidrosis:
Más de 300.000 personas sufren exceso de sudor o hiperhidrosis en España. Suele manifestarse en hombres y mujeres que se encuentra entre los 20 y los 25 años y tiene un componente genético. Pues bien, este tratamiento aquí tiene una gran importancia ya que desde su aplicación ha mostrado una tasa de éxito del 93%. El tratamiento consiste en inyectar esta sustancia en la piel en pequeñas dosis para bloquear las señales nerviosas que regulan las glándulas sudoríparas, reduciendo así la cantidad de sudor. Sus efectos pueden durar hasta ocho meses.
3. Estrabismo:
Se observa cuando los músculos que rodean el ojo no funcionan de manera coordinada produciendo que uno de los dos ojos se desvíe provocando estrabismo. El tratamiento consiste en inyectarlo en uno o varios de esos músculos para paralizarlos y conseguir que la desviación disminuya o desaparezca. Si la aplicación se hace en niños es posible que requiera anestesia general sino con anestesia tópica sería suficiente. El efecto se puede observar a partir del segundo día y su efecto puede durar meses.
4. Incontinencia:
Se trata de un problema que afecta al 17% de la población, mayoritariamente mujeres, y que perjudica seriamente la calidad de vida de aquellos que la padecen. En 2014 la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios aprobó el uso de este tratamiento para tratar la incontinencia o Vejiga Hiperactiva Idiopática (VHI). La aplicación de esta sustancia inhibe la contracción del músculo de la vejiga y funciona mediante la aplicación de una inyección o bien en la vejiga, para paralizar el músculo detrusor temporalmente, o en el esfínter para facilitar la salida de orina. El tratamiento se aplica cada seis o nueve meses.
5. Blefaroespasmo:
Se trata de la contracción intermitente e involuntaria de la musculatura del ojo y que puede llegar a imposibilitar abrir el párpado. El tratamiento consiste en inyectar el producto directamente en los músculos que se encuentran alrededor del ojo, debilitándolos temporalmente para disminuir considerablemente los espasmos. El efecto del tratamiento suele duran unos tres meses aproximadamente.
Como habéis podido comprobar el tratamiento actualmente se aplica en numerosos tratamientos médicos, cubiertos por la Seguridad Social, como forma de controlar en muchos casos la contracción de determinados músculos. Así que esta toxina puede ser un gran aliado a la hora de mejorar nuestras dolencias y calidad de vida. Y tú, ¿conoces más aplicaciones del botox?